EL PROYECTO Y SU INSERCIÓN EN LA EMPRESA

Anticipo al nuevo curso de Análisis de Proyectos de Inversión

En memoria del Dr. Roberto Cunningham.

«La evaluación de un proyecto pretende establecer su bondad en cuanto a sí mismo y por comparación con otros (para igual producto por parte de la competencia o para otros productos dentro de nuestra propia empresa).

Dicha evaluación no supera la dificultad del álgebra para calcular alguno índices que expresan la citada bondad según distintos criterios complementarios.

El problema, pues, no reside en la dificultad del cálculo. Y de ahí mi actitud crítica respecto a la importancia que se le da a la evaluación propiamente dicha.

La verdadera dificultad está en la consecución y confiabilidad de la información requerida para dicho cálculo. En rigor, este aserto podría verse como una verdad de perogrullo válida para cualquier tema. Sin embargo, en este caso, la naturaleza del problema enfatiza aún más la cuestión.

Ello está determinado por distintas razones.

En primer lugar, la evaluación de un proyecto es una previsión a futuro. Por ende, ¿quién nos asegura que las condiciones que hoy prevemos en el cálculo serán las que prevalezcan dentro de algunos años?

Se dirá que para ello están las técnicas de proyección y predicción y de análisis de riesgo. Las mismas atenúan el problema pero no lo eliminan.

Por otro lado, ¿qué nos asegura que otra empresa no esté involucrada en el mismo proyecto y nosotros lo ignoremos? De lanzarse dicha empresa al mismo emprendimiento que la nuestra, ello modifica radicalmente el escenario imaginado en la evaluación.

A su vez, la información requerida para el cálculo es básicamente de dos orígenes: físico (costos, inversión, rendimientos, etc.) y humano (mercado).

La última tiene un grado de indeterminación derivado de su propio origen,

Es por ello que la tarea más larga y tediosa es la que corresponde a la búsqueda y consecución de la citada información.

Y por la misma razón, antes de llegar a dicha búsqueda se recurre a un conjunto de otros métodos de evaluación muchos mas breves que permite generar criterios tempranos de rechazo que, de aparecer, nos eximen de dicha búsqueda.

Y aún superados los criterios de dicha búsqueda hay métodos de evaluación simplificados de aplicación anterior a la evaluación propiamente dicha.

Hechas estas salvedades queda el desarrollo del tema desprovisto de la solemnidad que no merece.

 

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